Año tras año aún valoro más el manejo y las hechuras del toro de Doña Ana Romero. Un toro que se mantiene en el tipo, unas hechuras que perduran en el tiempo.Un verdadero lujo para la retina del aficionado y la vista del torero.
Con esta locura de hechuras le da a la camada para ir a los barrios(Cádiz,con resultado muy positivo), volver a Azpeitia(dónde es la triunfadora en varias ocasiones ,ganándose el derecho a volver a lidiar), volver a Dax (Francia) y una novillada de importancia como Peralta. Me voy de la ganaderia teniendo una cosa muy clara: los mayorales que son fieles al campo,a su profesión y que están el día a día con el toro estoy seguro que es de las PIEDRAS más IMPORTANTES que forman la pirámide de una ganadería.Por eso solo tengo palabras de eterno agradecimiento a Francisco Gómez (Conocedor de la ganadería ).
Desearle muchísimos éxitos en el futuro
